domingo, 4 de julio de 2010

Agroparque Los Soches, una ciudad dentro de la ciudad

En Usme existe una comunidad auto sostenible que protege 328 hectáreas verdes donde el 70 por ciento son de uso agrícola. Este es el lugar.

"Hoy trabajamos por un mañana de verdes montañas y de sueños de ruanas". Con esa frase consignada en un pendón, el agroparque Los Soches da la bienvenida a sus visitantes.
Este parque fue creado hace cinco años por La comunidad de los Soches,  campesinos que día a día trabajan por la conservación y promoción de un lugar en el que sus habitantes preservan el beneficio colectivo, es decir sus ingresos son distribuidos de manera equitativa al igual que sus cultivos que son para el consumo y la venta, fortalecen las relaciones con la naturaleza y realizan recorridos ecológicos a través de las montañas: "La Piedra del Amor" y "El Cerro del Gavilán".
"Aquí vienen las parejas y se expresan todo su cariño en medio de este clima de páramo, abrazos y besos a 2.900 metros sobre el nivel del mar", El proyecto tiene apoyo de la alcaldía local en cuanto a recursos ecónomicos. Sin embargo, el aporte individual de $5.000 pesos de los turistas y la compra de alimentos "hechos en casa" como yogurth o arequipe, es el que hace posible la manutención del lugar.
Además, los cultivos de zanahoria, papa y cebolla son la base económica de los lugareños, los alimentos poseen menos elementos químicos que los de la sabana, que son bañados con desechos fitosanitarios.
Sin embargo, afrontan otras dificultades según su fundador: "Los intermediarios de venta son un problema, uno les vende la papa a $40.000 pesos la arroba, es decir, 200 libras, y ellos la dan a $80.000 en abastos, en las tiendas venden a $1.000 la libra, entonces es duro porque pierde el comprador y también nosotros, por eso queremos hacer una cadena directa de productor a consumidor".
Agrega: "otro de los problemas es el de la leche, no podemos venderla porque está prohibida su comercialización cruda, esto debido a los grandes competidores como Colanta y Algarra".
Como una ciudad dentro de la ciudad definen sus visitantes ese espacio. "Esto es aire puro, naturaleza, se siente en otro lugar, en el campo, hasta que se llega a la cúspide y se divisa el contraste de un paisaje verde con las cada vez mayores construcciones ilegales", dice Carlos Julio Buitrago, docente de investigación, de la Universidad Distrital.
Usme está conformada por 14 veredas, rurales en su mayoría. Sin embargo, debido a las zonas de expansión territorial, a las urbanizaciones piratas y a los megaproyectos cada día ese espacio verde se torna en bloques homogéneos de cemento y tejas de zinc.

"Nos están destruyendo y este pulmón de la ciudad va a desaparecer, compran por hectáreas y venden por metros, obtienen ganancias hasta del 70 por ciento. Aquí hay varios lotes de políticos que compran barato y venden caro", dice Villalba
Algunos de los habitantes han vendido sus terrenos, pues las ofertas por sus predios les duplican el precio original, pero poco a poco el agroparque que oxigena la ciudad desaparece entre la indiferencia de los bogotanos y los planes de urbanizadores. Mientras tanto, los usmeños seguirán en su empeño por la conservación del lugar, invitando a los capitalinos a dejar la indiferencia y unirse a ese proceso de resistencia territorial.

(periodico EL TIEMPO)

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